Yo era en la nube
Mi madre, el aire
Fue torrente por los cielos
Mis suelos
Comandados por su rumbo
Hasta que fui mirado
Sentí mi peso duplicado
Las presiones
La gravedad
Una me separó de nuestro cuerpo
La otra me obligó a seguirla
Y mientras era llevado
Como en el tiempo
Fui perdiendo f
r
a
g
m
e
n
t
o
s
de mi
Creí poder
desaparecer
como quien
sabe
que se han
acabado los rieles del camino
y no sabe lo que el abismo le depara.
Sin hallar en mi herramientas
Que me fueran previamente brindadas
Para defenderme de esta hostilidad y sus leyes
Quise dormir
limpio
Esperando, mi fin sentí, el silencio
Y la leve pero clara
aceleración del irse
En mí Los
péndulos cesaron cualquier consecuencia
Todo movimiento No dependía de mí
fue aquietado al interior la luz buscó descanso
En mí más yo nunca cerré mi visión
Hasta que amaneció una voluntad
De cristalina metamorfosis de costura geométrica blanca
Que mi vestimenta parcial generó como costra
Para trascender en el camino largo a la anti-cima
Me endurecí más
No mi interior
Recorrido por paisajes perdidos
De sus cielos
En ellos me sumergí
y con fuerza ajena a mi miedo
Crucé
r o m
p í l
a t e
n s i
ó n
de un todo semi solidificado
en la superficie de un
lago
para
e
r
n
i
t l recordar
r a
a s
r
y luego en él
ser
conjugado en plural.
La gota que entra en la fuente
No es la misma cuando sale
Deja el pago en el torrente
Toma y deja sus verdades.
Toma y deja sus verdades.
Infinico
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